jueves, 21 de marzo de 2013

El jardín perfumado





 Platicando con un amigo yo le pregunte de que trataba su libro , me dio una explicación breve y dice asi:




Las fornicaciones de Pompeya, los incestos de la biblia, la homosexualidad en Grecia: la cultura, el fondo  de nuestra cultura, no es sino un trenzado de cuerpos, una larga y complicada copula,  y de este torbellino  confuso y caliente, lascivo y pletórico nace una flor árabe “EL JADIN PERFUMADO”
Cualquiera que sea el corte que se haga  en la historia de la humanidad,  hay unas constantes que se repiten en toda la esfericidad de la tierra, realmente las antípodas no existen, por que las pirámides aztecas son paralelas de las pirámides egipcias y los alejandrinos de Rubén Darío son paralelos de los salmos de la biblia lo que viene a confirmarnos, por una porte, que el erotismo es un hecho cultural, y por otra: que es menos variada  de lo que parece.
El sexo acusado de tristes aberraciones en rigor no sufre más que dos: el erotismo y la pornografía. El erotismo es la aberración culta, digamos, y la pornografía es la aberración mercantil , el erotismo es nada menos que la cultura del sexo, por la cual el hombre se separa de los demás animales, al erotismo le debemos el orgasmo de la mujer, el control de la natalidad, la poesía, la música, la pintura, el cine, etc.
El jardín perfumado, que, como de expresado, no es sino la replica de todos los tratados orientales y occidentales, atraerá sin duda al curioso lector por el exotismo de su origen; arabia, y le confirma luego: que el sexo es igual en todas partes, y que las variantes no las da la geografía sino la imaginación.
El jardín perfumado
Autor: Sir Richard Burton

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